Tecnología a medida y estética histórica
EHRET e Inter Stores crean para la residencia de ancianos Saint-Maur de Toulon unas contraventanas de aluminio fieles al edificio protegido.
La residencia Saint-Maur está situada en el corazón del barrio de Valbourdin de Toulon y es gestionada por la asociación sin ánimo de lucro Saint-Maur. El edificio, con forma de U y unos 9.500 metros cuadrados de superficie habitable, cuenta con más de 200 ventanas y puertas francesas, muchas de las cuales habían envejecido considerablemente con el paso del tiempo.
La renovación supuso un reto técnico, ya que hubo que reproducir al milímetro las contraventanas de las ventanas arqueadas históricas. Al mismo tiempo, había que cumplir los estrictos requisitos de las autoridades responsables del patrimonio, ya que el edificio está inscrito en el registro de monumentos históricos y había que preservar la estética original de la fachada.
Tras un minucioso estudio de mercado, Inter Stores, especialista en protección solar y construcción de puertas y ventanas de La Valette-du-Var, recibió el encargo de renovar completamente las contraventanas. Las contraventanas de aluminio de EHRET desempeñan un papel fundamental. Cada una de las contraventanas se personalizó con sumo cuidado y respetando el estilo original. Se integran perfectamente en las fachadas y conservan su estética tradicional pero refinada. También proporcionan confort en verano, ventilación, intimidad y regulación de la luz, y ofrecen a los residentes un entorno de vida tranquilo y adaptado a las necesidades de las personas mayores. Una realización que combina hábilmente los requisitos de conservación, la elegancia arquitectónica y la calidad de vida.
La residencia de ancianos Saint-Maur, un establecimiento con una historia arraigada en la región de Toulon
La historia del edificio se remonta a 1854, cuando la congregación de las «Damas de Saint-Maur» construyó en el lugar un internado femenino. Convertido en hogar familiar en 1906 y en residencia de ancianos en 1982, el recinto se transformó en 2006 en una moderna residencia de ancianos con 130 plazas, 13 de ellas en una unidad de vivienda protegida y dos áreas especializadas en cuidados adaptados y activación. Todas las plazas son subvencionables por la asistencia social, por lo que también están abiertas a personas con rentas bajas. Enclavado en un parque arbolado y protegido de una hectárea, el centro encarna una tradición de hospitalidad, compañía y cuidados, fiel a los valores fundamentales de la congregación.
Inter Stores es uno de los principales socios de EHRET en Francia, con experiencia y compromiso.
Como instalador de EHRET con más de 20 años de experiencia, Inter Stores forma parte desde hace tres años del círculo exclusivo de Top Partners de EHRET en Francia. Estos profesionales experimentados trabajan en estrecha colaboración con los equipos de EHRET para comunicar las necesidades prácticas, compartir su experiencia y contribuir activamente al desarrollo de la gama.
Isabel Ferreira, comercial, y Rémi Agostinetti, técnico de medición y responsable de calidad de Inter Stores, son los encargados de sustituir las contraventanas de la residencia de ancianos de Saint-Maur. "La contraventana original era de madera, con lamas biseladas, de un tono verde muy concreto. Nuestro objetivo era reproducir de forma idéntica la estética y la arquitectura de las contraventanas existentes, mejorando al mismo tiempo la practicidad y la durabilidad. La persiana de aluminio era la elección obvia: ligera, fácil de manejar y mantener, cumple perfectamente los requisitos de un centro para personas mayores", explica Agostinetti.
Para preservar la estética original de la residencia de ancianos Saint-Maur, se sustituyeron las contraventanas de madera por contraventanas de aluminio fabricadas a medida y diseñadas para reproducir fielmente cada detalle del modelo existente. La elección recayó en el modelo París de EHRET con lamas biseladas en color RAL 6019, que se adapta perfectamente a las aperturas de arco de medio punto, a los formatos especiales con travesaños y a detalles como la franja exprés francesa. Cada contraventana se fabrica con precisión milimétrica, con las lamas cortadas para adaptarse exactamente a las curvas. EHRET es uno de los pocos fabricantes capaces de producir lamas caladas para adaptarse con precisión a las ventanas curvas, preservando así la estética característica de las ventanas arqueadas.
Los accesorios, como los cabezales hembra, las bisagras y las fijaciones, también se pintaron para garantizar un aspecto general armonioso. Se utilizó un prototipo para la coordinación con el cliente, que sirvió de base para la decisión final. El modelo también se equipó con mejoras funcionales, como un cierre giratorio para ventilar a la vez que se protege del sol y una manilla de accionamiento que facilita su uso a los residentes independientes. «Esta persiana desempeña un papel clave en el confort estival, ya que favorece la circulación del aire y la luz natural en las habitaciones», explica Ferreira.
Para este proyecto debían cumplirse tres criterios esenciales: conformidad arquitectónica, función de ventilación natural y facilidad de uso para los usuarios. Por ello, Aurélia Comte-Marton, empleada técnico-comercial de EHRET, visitó previamente el emplazamiento junto con Isabel Ferreira para analizar las condiciones particulares del edificio y traducir los requisitos en soluciones técnicamente viables. La visita, durante la cual Maurice Billo, Presidente de la Asociación Saint-Maur, recibió personalmente a los socios del proyecto, resultó ser un importante factor de confianza. "El apoyo personal in situ aporta seguridad. Es un auténtico valor añadido y marca la diferencia decisiva en un proyecto de este tipo", afirma Billo.
La instalación se integra sin problemas en la vida cotidiana de los residentes
Gracias a la perfecta interacción entre EHRET e Inter Stores, cada contraventana se diseñó individualmente, teniendo en cuenta las diferentes distancias entre ejes de las ventanas de este antiguo edificio. «Como no había posibilidad de producción en serie, el proyecto se basó en un cuidadoso trabajo artesanal y en la experiencia de ambos socios», afirma Comte-Marton.
Se conservaron las bisagras originales y las contraventanas se adaptaron a las características específicas de cada planta. Las contraventanas de la planta baja tienen alrededor de un metro de ancho, tres de alto, forma de arco de medio punto y cuatro bisagras verticales. En cambio, las contraventanas de los pisos superiores son algo más cortas, de unos dos metros de altura, y tienen de dos a tres bisagras.
"Tomar medidas de bisagra a bisagra era un paso crucial para garantizar un ajuste perfecto entre las bisagras y los anclajes existentes en la fachada. Gracias a una técnica patentada por EHRET, este enfoque preciso permitió una instalación milimétrica desde el interior sin necesidad de una plataforma elevadora. Mientras que otros fabricantes ofrecen soluciones similares, el procedimiento de EHRET permite ajustar las contraventanas con precisión mediante tornillos durante la instalación, respetando plenamente los requisitos de conservación de la obra", explica Agostinetti.
La instalación se llevará a cabo durante las operaciones en curso, con Inter Stores garantizando una organización precisa y sin problemas. Los trabajos se realizan habitación por habitación entre las 12.00 y las 14.00 horas, mientras los residentes almuerzan o participan en actividades. Durante la primera fase del proyecto se instalaron una media de cuatro contraventanas al día, sin comprometer la intimidad ni la comodidad de los ancianos.
«Con 80 hojas instaladas en la primera fase, la renovación de las contraventanas de la residencia de ancianos de Saint-Maur marca el inicio de tres años de modernización progresiva, siempre en función de las necesidades del establecimiento y teniendo en cuenta las operaciones en curso», resume Comte-Marton. El próximo despliegue, con otros veinte pares de ventanas, ya está previsto para septiembre.
"Este proyecto es mucho más que una simple restauración. Demuestra cómo la colaboración, la experiencia técnica y el respeto por la sustancia histórica van de la mano. El resultado es un beneficio real para el edificio y sus residentes", concluye Ferreira.
